sábado, 15 de agosto de 2015

Magníficat

Audio by The Daughters of Mary

El Magníficat es un cántico y una oración católica que proviene del evangelio de San Lucas. Reproduce las palabras que, según este evangelista, María, madre de Jesús, dirige a Dios en ocasión de su visita a su prima Isabel (Lucas 1:39-45), esposa del sacerdote Zacarías. Isabel llevaba en su seno a Juan el Bautista (Lucas 1:5-25).

El nombre de la oración está tomado de la primera frase en latín, que reza: Magnificat anima mea Dominum. Según la tradición, el encuentro de María e Isabel habría tenido lugar en Ain Karim (también conocida como Ein Kerem), pequeña población situada siete kilómetros al oeste de Jerusalén, en la montaña de Judea, cuyo nombre significa «fuente del viñedo». El pasaje bíblico fue motivo de minuciosos análisis por parte de biblistas y exégetas, así como de comentarios en variados documentos de la Iglesia. Dentro de la Liturgia de las Horas, el «Magníficat» es el canto evangélico empleado en el rezo de las vísperas. Este cántico es hoy uno de los pasajes bíblicos más famosos relacionados con María, madre de Jesús, reconocido en el cristianismo como una síntesis del ideario que ella vivió.


La Virgen del Magnificat (en italiano, Madonna del Magnificat, o también Madonna con il Bambino e cinque angeli), cuadro destacado del maestro renacentista Italiano Sandro Botticelli. 


CÁNTICO DE LA VIRGEN MARÍA:
«Magníficat» (Lc 1, 46-55)


Latín

46 Magníficat * ánima mea Dóminum:

47 Et exsultávit spíritus meus * in Deo, salutári meo.

48 Quia respéxit humilitátem ancíllae suae: * ecce enim ex hoc beátam me dicent omnes generatiónes.

49 Quia fecit mihi magna qui potens est: * et sanctum nomen ejus.

50 Et misericórdia ejus a progénie in progénies * timéntibus eum.

51 Fecit poténtiam in bráchio suo: * dispérsit supérbos mente cordis sui.

52 Depósuit poténtes de sede, * et exaltávit húmiles.

53 Esuriéntes implévit bonis: * et dívites dimísit inánes.

54 Suscépit Israël, púerum suum, * recordátus misericórdiae suae.

55 Sicut locútus est ad patres nostros, * Abraham, et sémini ejus in saécula.





Español

46 Proclama mi alma la grandeza del Señor,

47 se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

48 porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,

49 porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo,

50 y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

51 Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,

52 derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,

53 a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

54 Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia

55 -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.



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